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viernes, 13 de noviembre de 2009

La insignificancia del ser

¿Cuál es el fin de terminar con una lápida en la cabeza que dice tu nombre y fecha de nacimeinto y defunción? ¿eso es todo lo que somo al final?
En pocos días más mi tat cumplirá 14 años de muerto, ya no recuerdo hace cuantos años no lo voy a ver. Recuerdo cuando era niña y a escondida nos llevava a comprar golosinas a una panadería que quedaba a unas veinte cuadras de mi casa, nos dejaba elegir el pan que quisieramos para tomar el té. Ese era mi tata, un hombre cobarde que no era capaz de demostrar su amor por sus nietos, pero que nos quería mucho, que dejó su vida de lado para contarnos a nosotros una de fantasia.
Esto lo traigo a la memoria por como es, lo que hizo mi tata lo hizo porque nos quería y ya, no le importaba que todo el mundo le dijera -que buen abuelo eres, mira como las trata- tal ves tampoco lo hacía por eso, y solo9 era el miedo de lo que le dijera su mujer (mi nona o abuela) que le criticaba todo lo que él hacía... en fin.
Para que queremos ser grandes, para que al final, en nuestro lecho de muerte aparte de una lápida con nuestro nombre también aya una estatua, para que cien años después aun siga retumbando nuestro nombre, y de que nos sirve esto, nosotros ya vamos a estar muertos, de que me sirve el reconocimiento si cien años despues no va a existir la antartica por el calentamiento global, si en cien años más los niños de África seguirán muriendo de hambre y seguirán siendo utilizados como esclavos para explotar diamantes para los blancos, de que va a servir una lápida en cien años más si latinoamerica seguirá siendo aplastada por los pies de los poderosos sin escrupulos y sin respeto por las personas distintas que conformamos esta aldea llamada Tierra.
No quiero una lápida con mi nombre, solo quiero saber que el mundo que le dejo a mis hijos, a mis nietos, es mejor que el mundo en el que vivo yo.

4 comentarios:

  1. "No quiero una lápida con mi nombre, solo quiero saber que el mundo que le dejo a mis hijos, a mis nietos, es mejor que el mundo en el que vivo yo."

    eso es puro altruismo, y te engrandece.

    un abrazo

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  2. Bello post, directo al corazón. Comparto el comentario de mi amigo Roberto El Ente.

    Devuelvo tus amables visitas a mi blog. Gracias por tu amabilidad y por los cometnarios alli dejados, estimado amigo.

    Te sigo y te leo.

    Un abrazo.

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  3. Hola, a la hora de nuestra muerte, somos algo más que una lápida, son las acciones grandes o pequeñas que hemos dejado como legado. Todo acto nuestro tiene consecuencias. Construir en vez de destruir. Me gustó lo has escrito. Cariños!!!!

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  4. gracias por sus comentarios

    siempre me pregunto, la final que sirve, si el reconocimiento o solo morir con el último recuerdo de saber que mi vida la viví para mejorar la vida de los demás
    esa es mi interrogante en esta entrada.

    un gran saludo a ustedes

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